lunes, 16 de octubre de 2017

¿ME SIENTO SEGURO?


Hace unos años dos de los mejores porteros de futbol de España y del Mundo, Iker Casillas y Pepe Reina, protagonizaron una serie de divertidos anuncios en televisión en los que en situaciones más o menos comprometidas ambos “se sentían seguros”. Después de asistir esta pasada semana al I Congreso Nacional de Ciberseguridad Hotelero HackHotel 2017 es muy difícil que ni ellos ni ningún hotelero “se sientan seguros”. Y es que la seguridad en el mundo digital no ha sido en principio y hasta ahora una prioridad para el sector turístico español en general. El mundo digital ha entrado en los hoteles y la industria turística de manera rápida, tan rápida que no hemos sido capaces de ver los peligros que traía consigo.
  
El congreso organizado por ASHOTEL, Asociación Hotelera y Extrahotelera de Tenerife, La Palma, La Gomera y el Hierro, presento durante los dos días que duro diferentes aspectos en los que la industria debería estar y de momento no está. Por el alto nivel de usuarios y la gran cantidad de datos que se manejan un hotel es como una tarta en un escaparate, el objeto de deseo de los cibercriminales.

Los “pecados capitales” o principales riesgos podrían ser como se señalaron, sin ninguna intencionalidad en el orden, el ransomware, el malvare, el robo de información, la vulnerabilidad de nuestra red o sistemas, la falta de límites físicos (no hace falta estar en el establecimiento), el daño en la reputación y la imagen de la empresa, pero sobre todo la, de momento, preocupante falta de consciencia sobre el problema. Pero ¿Cuál es el factor más débil? Pues claramente el factor humano, somos reacios a tener hábitos de seguridad como el cambiar cada cierto tiempo nuestras contraseñas, o el utilizar la misma para casi todo. ¿Suena familiar? Y es que pueden pasar meses o años sin que se descubra que tenemos una fuga en nuestro sistema. Ni si quiera haría falta que el atacante este en el hotel, aunque después de lo escuchado, esto facilita la intrusión, para después dejar lo que en el argot se llama una “puerta trasera” o muchas “puertas”, para seguir desde la distancia haciendo uso de las vulnerabilidades.

Desde el punto legal se avisa un cambio legislativo el próximo año en el cual las empresas tendrán responsabilidad en hacer todo lo posible por evitar estos “robos” pero además deberán comunicarlo en 72 horas a las autoridades, cosa que ahora no ocurre. Nadie quiere reconocer que ha sido hackeado, no solo los hoteleros sino cualquier empresa de cualquier sector, pero esto cambiara y eso debería ser un punto de inflexión para ayudar a combatir a los cibercriminales.

La ciberseguridad se convertirá en un nuevo epígrafe, con el presupuesto correspondiente, para tener actualizados los routers, servidores, ordenadores, y todo aquello que lleve tecnología si queremos estar o sentirnos seguros, no solamente como empresa, sino también de cara a nuestros clientes.

Y como nada mejor que un ejemplo real para concienciar del problema, el congreso finalizaba con un “mistery hacker” que se introdujo en un hotel durante solo siete días y que en ese breve espacio de tiempo tomo el control total de todos los sistemas del mismo. Alguien podría decir, no es para tanto, que pueden hacer... pues todo… desde hacer reservas, borrar clientes, cambiar facturas, robar el tráfico de nuestros clientes haciendo creer que están conectados a la wifi del hotel, cuando en realidad están conectados al ciberladron (man in the middle), acceder a la centralita telefónica y grabar conversaciones, acceder a la información de todos los ordenadores, dirección, contabilidad, gobernanta, recepción… y la lista podría seguir y seguir.

Al igual que hacemos controles periódicos en los ascensores, gas, legionela, piscinas y un largo etcétera, el hacer controles periódicos de seguridad digital deberá ser a partir de ya una pieza más del mantenimiento preventivo en los establecimientos turísticos y la industria en general.

Las cifras fueron puestas de manifiesto por los representantes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, Policía Nacional y Guardia Civil, que se llevaron uno de los mayores aplausos de los asistentes por su trabajo y dedicación en salvaguardar la seguridad y bienestar de todos. Somos objetivo de los criminales, y cada vez lo somos más.

Después de todo lo oído durante el congreso dudo mucho que Casillas y Reina pudiesen decir aquello de “me siento seguro”, desde luego yo no.



@RicardoFPA

lunes, 25 de septiembre de 2017

SIGAN BAILANDO...


Hace unos días se daban a conocer los datos del turismo de Canarias del año 2016. Las denominadas “cuentas satélites del turismo”, IMPACTUR 2016, arrojaban un año más cifras de record poniendo nuevamente al turismo como el indiscutible motor de la economía en la región. En el comparativo del periodo 2010-2016 el crecimiento interanual ha sido del 9,5%, aportando el 34,3% del PIB de las islas. La cifra total de 14.602 millones de euros parecía inalcanzable cuando la tendencia empezaba a cambiar en el año 2010. Año tras año desde entonces la industria turística ha sido y es la cara amable de la economía canaria, aunque algunos parece que quieran “ponerle palos en las ruedas”.

Ante la queja de que el sector no aporta suficiente empleo debemos decir que solamente lo hace en el 39,7% de todo el empleo en Canarias, 312.466 puestos de trabajo. El informe pone de manifiesto que es Canarias con diferencia el mayor generador de puestos de trabajo cuando nos comparamos con otras comunidades, también es cierto que somos un destino 365 algo que no ocurre en otras zonas.

Además, para aquellos que reclaman una tasa turística, decir que el sector recauda en impuestos solo 2.123 millones de euros, el 34,4% del total de impuestos. ¿Es necesario poner una tasa turística? Afortunadamente el Gobierno de Canarias sigue firme en la negativa a poner más impuestos a su principal industria como reiteraba el nuevo Consejero de Turismo, Isaac Castellano, hace unos días en sede parlamentaria.

Se decía en la presentación del informe que estos ratios de crecimiento no son sostenibles, en el tiempo. Yo estoy de acuerdo con esta afirmación, no parece normal y no lo es, el crecer año tras año a estos ritmos. Es cierto que la situación de otros mercados ha tenido algo de culpa en este nuevo record, pero también es cierto que el mercado global del turismo también ha crecido como indica la Organización Mundial del Turismo. La realidad al final es la que es independientemente de los factores que de manera individual o colectiva provoquen la misma.

Soy de la opinión que esto está casi a punto de cambiar, desde luego no en 2017, donde a tenor de las cifras que se van conociendo mes a mes parecen indicar que será un nuevo año record. Pero si se empieza a percibir un intento de cambio de tendencia o de normalización forzosa de la situación en algunos destinos. No nos olvidemos que competimos contra países que están dispuesto a todo con tal de que su económica se reactive, y eso incluye rebajas de impuestos, eliminación de tasas aeroportuarias, abono de plazas de avión no ocupadas, etc, etc.

Estamos empezando un nuevo curso donde sin duda se volverá a hablar de crecimiento sostenible del turismo, un debate recurrente desde prácticamente el comienzo del milenio y que empezó con las Directrices del Turismo, se reiterara uno y otra vez por algunos que es necesario una tasa turística que el sector puede dar más aun, hablaremos de aspectos como la vivienda vacacional, y de muchas más cosas seguro. Empezamos una nueva temporada de invierno, “ha llegado el invierno”, pero será un buen invierno sin sobresaltos ni sorpresa con casi toda seguridad.

Pero mientras eso llega, disfrutemos del momento sin autocomplacencias, pero sabedores de que en turismo seguimos siendo una potencia mundial sin lugar a dudas. Como decía la recordada Orquesta Billos Caracas Boys en los Carnavales de Tenerife de 1986, ¡sigan bailando!




@RicardoFPA

lunes, 12 de junio de 2017

TENERIFE TIENE UN PLAN...

Hace unos pocos días se presentaba en el Puerto de la Cruz la nueva estrategia turística de Tenerife para los próximos años. En una sala abarrotada de profesionales del sector turístico el presidente del Cabildo Carlos Alonso junto con el consejero de turismo Alberto Bernabé presentaron la “Estrategia Turística de Tenerife 2017-2020/2030”. El acto contó con la participación activa durante la presentación de los profesionales de la industria turística como de la universidad, como también lo fue durante su elaboración.

El documento se estructura en 10 ejes de actuación principales, que abarcan desde la gobernanza del destino, el territorio, desarrollo de nuestros productos turísticos, innovación, sociedad y empleo entre otros. Estos ejes tractores de la nueva estrategia a su vez se dividen en otros tantos que buscan presentar acciones concretas a retos concretos.

Lo primero que destacaría es su claridad en cuanto al análisis y la presentación del documento en sí mismo. Los planes de este calado suelen ser demasiado denso y faltos de contenidos concretos, cosa que no ocurre en este. Un documento de estas características debe ser claro en sus planteamientos y objetivos. No deja de ser ambicioso, pues con un horizonte a corto plazo, pretende cambiar o reorientar muchos aspectos de nuestro principal sector económico en la isla de Tenerife. Pero si bien con un plazo de actuación de 2017 a 2020, solo cuatro años, la visión esta puesta más allá. ¿Donde podemos estar en 2030? ¿Como prepararnos para un escenario cambiante?

Otro argumento importante que tiene este plan es su alto grado de participación en la elaboración del mismo, algo que podríamos decir es norma en Turismo de Tenerife fomentando el que los profesionales y expertos aporten su parecer en distintos aspectos para luego confluir en una estrategia conjunta del destino, asumida por todos los agentes implicados.

Personalmente creo que es importante tener un plan, o una hoja de ruta, que marque cuales son los aspectos en los que se quiere trabajar para mejorar el destino. De otra forma estaríamos ante acciones inconexas que no ayudarían a realizar una transformación profunda, y todo quedaría en “fuegos de artificio” con poco o nulo resultado sobre el turismo.

Pero cuando se fijan objetivos, se fijan también indicadores de cumplimiento de esos objetivos y por tanto el éxito o el fracaso del mismo. La presentación de la estrategia, su puesta en escena, no es sino el pistoletazo de salida a toda una batería de acciones de diferente naturaleza, pero con el objetivo concreto de promover el cambio del modelo tradicional de sol y playa a un modelo de experiencias. Y es que el turista busca experiencias durante sus vacaciones y para eso el destino debe estar preparado, y ofrecer aquello que demanda nuestro visitante.

No tengo ninguna duda que esta nueva estrategia turística se irá cumpliendo paso a paso en sus objetivos, como también creo que durante la vigencia del mismo se irán haciendo los ajustes necesarios para que este adaptado a un mercado sumamente cambiante, y más en los tiempos que corren. Pero desde luego una cosa es cierta, Tenerife tiene un plan… ahora toca entre todos hacerlo realidad. Como se dijo en la presentación “no es la estrategia de Turismo de Tenerife, sino la estrategia de la isla de Tenerife”, ¡la estrategia de todos!


@RicardoFPA